jueves, 26 de julio de 2007

Raúl Castro quiere retomar lazos con Washington

El dictador Fidel Castro está en estado crítico y el presidente provisional de Cuba, desde hace un año, evidenció la fragilidad del régimen comunista. Ahora quiere reestablecer diálogo con Washington
En ausencia de Fidel Castro, convaleciente de una grave enfermedad intestinal, el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) siguió la tradición de utilizar el discurso del 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, para hacer balance del año y dibujar las líneas de su política interna y exterior.
No vaciló en reconocer que Cuba no ha superado aún el periodo especial y en abordar algunos de los más graves problemas de la economía, como la precariedad salarial, la escasa productividad y la autocomplacencia, y adelantó también que, pese a que se trabaja en los cambios estructurales necesarios, "no habrá soluciones espectaculares".
"Se requiere trabajar en sentido crítico y creador, sin anquilosamiento ni esquematismos", afirmó durante el acto organizado en Camagüey (centro de Cuba).
"Estamos en el deber de cuestionarnos cuanta cosa hacemos, en busca de transformar concepciones y métodos que fueron los apropiados en su momento pero han sido ya superados por la propia vida", insistió.
"Estamos ante el imperativo de hacer producir más la tierra (..) con tractores, o con bueyes", afirmó con rotundidad, y para lograrlo, "habrá que introducir cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios".
También en la industria, dijo, es necesario recuperar la producción y reducir importaciones, y en este contexto, dijo, se estudia incrementar la inversión extranjera, con condiciones, para evitar errores del pasado.
"Siempre que aporte capital, tecnología o mercado", con "empresarios serios y sobre bases jurídicas bien definidas, que preserven el papel del Estado y el predominio de la propiedad socialista", subrayó.
En política internacional enfocó su mensaje en los Estados Unidos, su enemigo histórico, para tender una mano a la administración que sucederá a la de George W. Bush, a quien acusó de mantener un pensamiento "retrógrado y fundamentalista, que no deja margen al análisis racional".
"La nueva administración tendrá que decidir si mantiene la absurda, ilegal y fracasada política contra Cuba o acepta el ramo de olivo que tendimos en el 50 aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, cuando reafirmamos la disposición a discutir en pie de igualdad el prolongado diferendo con los EEUU", recalcó.
Castro se refería a la oferta de diálogo que lanzó a los Estados Unidos el pasado 2 de diciembre. Si el próximo gobierno acepta la propuesta, "bienvenido sea", de lo contrario, "estamos dispuestos a continuar enfrentado su política de hostilidad, incluso durante otros 50 años", subrayó.
Fuente: EFE

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