Rodea escándalo vida del presidente francés Sarkozy

Sandra García Ferro / Redacción EL UNIVERSAL.com.mx
A tan sólo un mes de que Nicolas Sarkozy asumiera el poder en Francia, se ha visto envuelto en una serie de escándalos que van desde la presunta infidelidad de su esposa hasta la contratación de trabajadores indocumentados.
De hecho, unos días antes de juramentar como presidente de Francia, Sarkozy empezó a dar de qué hablar no sólo a la prensa sino a los electores de su país, pues para descansar del “ajetreo electoral” decidió abandonar París a un día de su victoria y realizar un “retiro” de introspección” que después se sabría era a bordo de un lujoso yate de un empresario multimillonario francés.
Pese a que su equipo mantuvo en secreto el destino de Sarkozy, la televisión de Malta difundió que éste, junto con su familia y guardaespaldas habían aterrizado a bordo de un avión privado, propiedad también del multimillonario Vincent Belloré, en la isla del Mediterráneo.
El yate, de 60 metros de eslora, cuenta con siete camarotes, tres de ellos dobles, y puede acoger a 12 invitados, además de los 17 tripulantes. Hay un 'jacuzzi' en el puente superior y, en el salón principal, varias pantallas gigantes de plasma, sin olvidar un equipo de karaoke.
La lujosa estancia (que según información de la prensa el alquiler del yate por semana costaría unos 200 mil dólares) levantó polémica que al parecer no importó a Sarkozy porque, aseguró, no les costaría “ni un céntimo a los contribuyentes franceses”.
Previamente, Sarkozy fue criticado por haber celebrado su victoria en un lujoso restaurante-hotel parisino con un selecto grupo de famosos y grandes empresarios con los que mantuvo un encuentro antes que con sus simpatizantes concentrados en una plaza.

Hasta en las mejores familias
Pero la reputación de su esposa es otro “trapito” que le sacaron al presidente francés, ya que al parecer Cecilia Sarkozy, la ex modelo de Schiaparelli, de 49 años, no sólo se ha caracterizado por su belleza sino por su aura de mujer infiel e independiente, hecho que ha llevado a compararla con el personaje de la famosa novela de Gustave Flaubert, Madame Bovary.
A decir de los medios, el matrimonio dejó de funcionar en 2005 cuando Cecilia abandonó a Nicolas y se fue a vivir a Nueva York al lado de Richard Attias, un elegante y apuesto ejecutivo francés, donde permaneció casi un año. Cecilia regresó cuando la candidatura de su esposo era inminente.
Sin embargo, los rumores empezaron de nuevo cuando Cecilia desapareció en las últimas semanas de la campaña electoral... ¿Acaso se habría ido con un nuevo amante?
La incógnita fue respondida cuando se diera a conocer que la bella mujer había decidido mantenerse al margen en la última etapa de la contienda.

¡Salud!
Pero Sarkozy llegó hasta el portal de YouTube, el cual difundió un video donde un presentador belga insinuaba que el Ejecutivo francés había bebido algo más que agua tras una entrevista con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la cumbre del G8 en Alemania.
Las imágenes muestran el inicio de la rueda de prensa de Sarkozy el pasado 7 de junio, donde éste se disculpa por el retraso "que se debe a la extensa entrevista con Putin" y, visiblemente sofocado, tiene problemas para terminar sus frases y apenas puede contener la risa.
El hombre de 52 años, quien se sabe es abstemio, fue blanco de numerosos comentarios en la red, pero obviamente los extractos del video no fueron difundidos en Francia.
Pero bien dicen por ahí que “el miedo no anda en burro” y un día después de la difusión del video, el presentador belga se disculpó con el mandatario francés al argumentar que su comentario había sido una broma.

Hecho paradójico
Para concluir con esta “polémica racha”, la semana pasada se dio a conocer que Sarkozy, quien lucha desde hace años contra el problema de inmigrantes ilegales, tenía a indocumentados africanos remodelando su residencia presidencial de descanso.
Los ilegales fueron aprehendidos cuando trabajaban en "La lanterne", como se le conoce al inmueble ubicado en los sitios reales de Versalles, en las afueras de París.
Este paradójico y bochornoso acontecimiento se trató de ocultar por parte de la Presidencia, según el diario Le Parisien, sin embargo, no pudo contenerse fuera del alcance de los medios.