martes, 26 de junio de 2007

Despiden Príncipes a militares españoles fallecidos en Líbano

El príncipe Felipe de Borbón, heredero de la Corona española, y su esposa la princesa Letizia, presidieron el funeral en el que en medio de una gran emoción y tristeza fueron despedidos hoy los seis jóvenes militares fallecidos en un atentado en el sur del Líbano.
Jonathan Galea, Juan Carlos Villoria, Manuel David Portas, Jefferson Vargas, Yeison Castaño y Yhon Edisson, estos tres últimos de origen colombiano, recibieron el último homenaje en la Base de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) de la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama, rodeados por sus familiares, amigos y compañeros de cuerpo.
Antes del comienzo del oficio religioso, los Príncipes saludaron y conversaron, uno a uno, con los familiares de los seis militares fallecidos, todos de entre 18 y 21 años de edad.
Al funeral asistieron el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado de varios ministros, y otras autoridades, además del líder de la oposición, el presidente del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy.
El arzobispo castrense, Francisco Pérez González, que ofició la misa junto a otros sacerdotes, destacó la elección de una vida de "entrega" realizada por los jóvenes militares.
El príncipe Felipe, que presidió la ceremonia en ausencia del rey Juan Carlos y la reina Sofía en visita de Estado en China, les impuso a los fallecidos la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo.
Los fallecidos fueron despedidos por sus compañeros con el himno La muerte no es el final y a los acordes de la marcha fúnebre, sus ataúdes cubiertos con la bandera española, fueron trasladados a hombros y entregados a sus familiares.
Jefferson Vargas es el único de los tres militares de origen colombiano que será repatriado desde España a Colombia, según informaron fuentes de la Embajada de ese país en Madrid.
Yeison Castaño y Yhon Edisson, que también eran colombianos, no serán repatriados por deseo de sus familiares residentes España.
En el caso de Yhon Edisson Posada, de 20 años, natural de Manizales, recibirá sepultura en Las Palmas, en las Islas Canarias, donde vive su familia.
Se había incorporado al Ejército español el 30 de mayo de 2005, mientras que Yeison Castaño, también de 20 años, reposará en Madrid, donde se incorporó a las Fuerzas Armadas españolas el 14 de noviembre de 2005.
Según las fuentes diplomáticas colombianas, está previsto que el féretro con los restos mortales de Jefferson Vargas parta hoy de Madrid con destino a Bogotá, desde donde será trasladado a su localidad natal de Neiva.
El juez español Fernando Grande-Marlaska ordenó hoy abrir una investigación sobre el atentado que costó la vida a los seis militares y prohibió que sus cadáveres sean incinerados.
Grande-Marlaska ha aplicado una ley que establece la competencia de los tribunales españoles para juzgar hechos cometidos por españoles o extranjeros fuera del territorio nacional susceptibles de ser tipificados como delitos de terrorismo.
El juez intenta esclarecer las circunstancias en las que se produjo la explosión de un potente coche-bomba que costó la vida a los seis jóvenes militares que patrullaban en un vehículo blindado BMR sin inhibidores de frecuencia para neutralizar bombas activadas a distancia.
El Ministerio español de Defensa había encargado esos dispositivos, que ya habían sido instalados en los vehículos que patrullan en Afganistán, misión considerada hasta ahora más peligrosa.
La muerte de los tres soldados colombianos refleja la nueva realidad del Ejército español en el que más de un 5 por ciento de sus miembros son de origen latinoamericano, el 30 por ciento en cuerpos como los paracaidistas, al que pertenecían los fallecidos.
Desde 2002, el Ejército español admite en sus filas a extranjeros de países hispanoamericanos y de Guinea Ecuatorial.
Según datos del Ministerio español de Defensa, en la actualidad de los 78 mil soldados y marineros, 4 mil 648 son extranjeros, lo que supone más del 5% del total.

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